5 elementos esenciales que debe tener la página web de un psicólogo, terapeuta o consultor
La página que nunca funcionó (y nadie supo por qué)
Muchos psicólogos, terapeutas y consultores dan el salto al mundo digital pensando:
"Solo necesito una página web para que la gente me encuentre."
Y contratan a alguien. O usan un creador gratuito. O le piden el favor a un sobrino que "sabe de computadoras".
El resultado: una web que existe, sí, pero que no genera nada.
Ni consultas. Ni confianza. Ni conexión.
Pronto descubren la verdad incómoda: no toda página web genera confianza ni resultados. Puedes tener un diseño hermoso con fotos de paisajes zen y fuentes elegantes, pero si no comunica quién eres, cómo ayudas y qué valor ofreces, el visitante se irá sin dejar rastro (ni su WhatsApp).
La buena noticia es que existen cinco elementos universales que toda web profesional —ya sea de un psicólogo clínico, terapeuta holístico o consultor organizacional— debe tener para reflejar credibilidad, empatía y claridad.
No es magia. Es estrategia.
Vamos a verlos uno por uno (y sin tecnicismos que te hagan sentir que estás leyendo un manual de ensamblaje de IKEA).
1. Un mensaje claro en la página principal (porque tienes 3 segundos antes de que te abandonen)
Tu homepage es como la primera sesión: el visitante decide en segundos si se siente comprendido.
No hay segundas oportunidades para una primera impresión digital.
Debe comunicar tres cosas básicas pero fundamentales:
¿Qué haces?
¿A quién ayudas?
¿Cómo transformas su situación?
Lo que no funciona:
"Bienvenido a mi espacio de crecimiento personal y sanación interior."
Tu visitante: "¿Y eso qué significa exactamente?"
"Te ayudo a alcanzar tu bienestar integral."
Tu visitante: "Bien, pero ¿cómo? ¿Con qué? ¿Cuándo? ¿Dónde está el botón de salida?"
Lo que sí conecta:
"Ayudo a profesionales a superar el burnout y reconectar con su propósito."
"Acompaño a mujeres que buscan sanar su ansiedad desde un enfoque holístico y basado en evidencia."
"Fortalezco equipos de trabajo reduciendo conflictos y mejorando la comunicación organizacional."
¿Ves la diferencia? Claridad sobre ambigüedad. Siempre.
La fórmula ganadora para tu inicio:
Titular fuerte (máximo 10 palabras)
Subtítulo empático (que valide el problema)
CTA visible (que no haya que buscarlo como si fuera Waldo)
Tip Bohöra: Nuestras plantillas web vienen con estructura preconfigurada, mensajes guía y CTAs estratégicamente ubicados. No tienes que adivinar dónde va cada cosa.
2. Una sección "Sobre mí" que conecte emocionalmente (no tu CV de LinkedIn, por favor)
Aquí viene el error más común del universo digital terapéutico:
Confundir "Sobre mí" con "Mi historial académico completo desde preescolar".
Esta sección no es tu currículum. Es tu espacio para humanizar tu práctica, contar tu historia y mostrar tu propósito.
El visitante no solo busca credenciales (aunque sí las valora). Busca alguien en quien pueda confiar.
¿Qué debe incluir tu "Sobre mí"?
Tu motivación para ejercer
¿Por qué elegiste este camino?
¿Qué experiencia personal o profesional te marcó?
Tu filosofía o enfoque
¿Cómo ves el proceso terapéutico o de consultoría?
¿Qué te hace diferente (sin sonar presuntuoso)?
Una foto profesional pero humana
No de stock
No de tu graduación de hace 15 años
No con filtros de Instagram que te hacen irreconocible
Evita esto:
"Soy Licenciada en Psicología con Maestría en Psicología Clínica, Diplomado en Neuropsicología, Certificación en Mindfulness, Especialización en Terapia Cognitivo-Conductual de Tercera Generación..."
(Zzzzz... ¿todavía estás ahí?)
Apuesta por esto:
"Decidí especializarme en ansiedad después de ver cómo personas increíblemente capaces se paralizaban por pensamientos que no sabían cómo manejar. Trabajo desde un enfoque cognitivo-conductual porque creo en darle herramientas reales a las personas, no solo en hablar de lo que sienten."
Profesional. Humano. Creíble.
Tip Bohöra: Si no sabes cómo redactar tu "Sobre mí", nuestra Prompt Guide incluye instrucciones específicos para escribir esta sección sin sonar robótico ni egocéntrico.
3. Una descripción de servicios centrada en el cliente (no en tu título de posgrado)
Este es el corazón estratégico del sitio.
Y donde más psicólogos, terapeutas y consultores se estrellan contra la pared del lenguaje técnico.
Muchos profesionales caen en el error de listar terapias, metodologías o talleres con un lenguaje que solo otro colega entendería.
Pero tu visitante no es tu colega. Es alguien con un problema que busca una solución.
El error clásico:
"Intervención basada en el modelo cognitivo-conductual con integración de técnicas de tercera generación."
Tu visitante: 😵💫
"Talleres de fortalecimiento de clima organizacional mediante metodologías participativas."
Tu cliente potencial: "¿Eso qué es, una clase de yoga corporativa?"
Lo que realmente funciona:
"Te ayudo a manejar los pensamientos que te generan ansiedad para que puedas sentirte más en control de tu día a día."
"Reduzco conflictos en tu equipo de trabajo mejorando la comunicación y fortaleciendo la confianza entre colaboradores."
¿Ves cómo cambia todo cuando hablas en lenguaje humano?
Para consultores organizacionales y terapeutas IO:
Traduzcan su servicio a resultados tangibles:
"Fortalezco la cultura laboral y reduzco el burnout mediante intervenciones basadas en evidencia (y sin cursitos aburridos de PowerPoint)."
Estructura ganadora para cada servicio:
Problema → ¿Qué dolor resuelves?
Proceso → ¿Cómo lo haces?
Resultado → ¿Qué cambia en su vida o en su equipo?
Tip Bohöra: Nuestras plantillas incluyen bloques ya estructurados para describir servicios de forma estratégica. Y la Prompt Guide te da instrucciones sobre cómo debe redactarse el contenido para cada sección.
4. Un espacio para educar y posicionarte (blog o recursos que demuestren que sabes de qué hablas)
Aquí viene una verdad que muchos ignoran:
Los blogs no son solo para escribir. Son tu herramienta de autoridad.
Un espacio donde puedes educar, inspirar y conectar con posibles clientes antes de que decidan contactarte.
Piénsalo así: alguien busca en Google "cómo saber si tengo burnout" y encuentra tu artículo. Lo lee. Se identifica. Ve que entiendes su problema. Y ahí está tu nombre, tu foto, tu enfoque.
¿Crees que esa persona va a buscarte cuando esté lista para pedir ayuda?
Spoiler: Sí.
Ejemplos de temas que funcionan:
"Cómo saber si necesito terapia o coaching (y cuál es la diferencia real)"
"5 señales de que tu trabajo te está quemando (y no es solo cansancio)" "Mindfulness para profesionales con agenda imposible"
"Por qué tu equipo no se comunica (y no es porque sean conflictivos)"
Esto demuestra que tu enfoque es genuinamente ayudar, no solo vender.
Y eso, créeme, se nota.
Tip Bohöra: La Prompt Guide incluye estructuras para crear artículos de blog rápidamente. Y si prefieres delegar, nuestro servicio de mantenimiento puede mantener tu web actualizada sin que tengas que escribir cada semana.
5. Una forma de contacto simple y confiable (sin formularios de 47 campos, por favor)
El objetivo de esta sección no es solo "llenar un formulario".
Es crear una experiencia sin fricción que invite a dar el siguiente paso.
Porque seamos honestos: dar el primer paso para buscar ayuda psicológica (o contratar un consultor) ya es difícil. No lo hagas más complicado con barreras innecesarias.
¿Qué debe incluir tu sección de contacto?
Un botón claro y visible
"Agendar cita"
"Solicitar orientación"
"Hablemos de tu equipo"
(Nada de "Enviar mensaje" que suena a buzón de quejas)
Opciones de contacto directo
WhatsApp (sí, la gente prefiere escribir)
Correo electrónico
Formulario corto (máximo 4 campos)
Mensaje de respuesta automática cálido
"Gracias por escribirme. Entiendo que dar este paso puede ser difícil. Te responderé en las próximas 24 horas."
Lo que debes evitar:
Pedir "motivo de consulta detallado" en el formulario
Exigir teléfono, email, nombre completo, fecha de nacimiento y tipo de sangre
No responder en 72 horas (esto no es un trámite burocrático)
Tip Bohöra: Nuestras plantillas incluyen formularios preconfigurados con estructura de confianza y mensajes automáticos empáticos.
Evita estos errores comunes que alejan a tus visitantes (y arruinan todo lo demás)
Por más que tengas los 5 elementos anteriores, estos errores pueden sabotear tu web:
Textos extensos que parecen artículos científicos (Tu web no es tu tesis de doctorado)
Fotos de stock genéricas sin autenticidad (Esa mujer sonriendo en una sesión obviamente actuada... todos sabemos que es falsa)
Colores fríos o saturados que no reflejan tu práctica (El naranja neón no inspira confianza terapéutica, lo siento)
Enlaces rotos o formularios que no funcionan (Probaste tu propio formulario después de publicar? ¿No? Hazlo ahora)
No incluir llamada a la acción (CTA) en cada página (Si no les dices qué hacer, no harán nada)
Recuerda esto:
Una web profesional no es una vitrina bonita: es una herramienta viva que debe guiar al visitante hacia la acción.
Cada página, cada botón, cada frase tiene un propósito. Y ese propósito es generar confianza y facilitar la conversión (aka: que te contacten).
Tu web como extensión de tu propósito profesional
Aquí viene la reflexión final (sin ponernos demasiado filosóficos, lo prometo):
Tu página no es un simple espacio digital. Es una extensión de la relación terapéutica o consultiva que ofreces.
Debe reflejar tu enfoque, tu tono, tu propósito.
Si tu práctica es cálida, empática y orientada al bienestar, tu web debe sentirse así. Si eres un consultor organizacional directo, estratégico y basado en resultados, tu web debe comunicar exactamente eso.
Y si logras que cada visitante sienta que está en buenas manos desde el primer clic, habrás logrado lo más importante:
Crear confianza antes de la primera palabra.
Da el siguiente paso (sin complicaciones ni drama existencial)
Convierte tu visión en una web que conecte.
Explora las plantillas de Bohöra diseñadas específicamente para psicólogos, terapeutas y consultores. Estructura clara, diseño estratégico y contenido preconfigurado para que puedas crear tu presencia profesional sin perder la cordura en el intento.
Porque tu práctica merece más que una web genérica con fotos de stock.
P.D.: Si después de leer esto sigues sin tener web profesional, tal vez necesites terapia. Pero para agendarla... necesitarías una web. Ves el problema, ¿verdad? 😏

